She's like a rainbow
Coming colors in the air

lunes, 28 de febrero de 2011

Querida y remota (en espacios y tiempos) muchacha:



"Es que para admirar se necesita grandeza, aunque parezca paradójico. Y por eso tan pocas veces el creador es reconocido por sus contemporáneos: lo hace casi siempre la posteridad, o al menos esa especie de posteridad contemporánea que es el extranjero, la gente que está lejos, que no ve cómo te vestís."

"Es entonces cuando además del talento o del genio necesitarás de otros atributos espirituales: el coraje para decir tu verdad, la tenacidad para seguir adelante, una curiosa mezcla de fé en lo que tenés que decir y de reiterado descreimiento en tus fuerzas, una combinación de modestia ante los gigantes y de arrogancia ante los imbéciles, una necesidad de afecto  y una valentía para estar solo, para rehuir la tentación pero también el peligro de los grupitos, de las galerías de espejos."

"Si estas dispuesto a sufrir, a desgarrarte, a soportar la mezquinidad y la malevolencia, la incomprensión y la estupidez, el resentimiento y la infinita soledad, entonces sí, querido B. estas preparado para dar tu testimonio.Pero, para colmo, nadie te podrá garantizar lo porvenir, porvenir que en cualquier caso es triste: si fracasás, porque el fracaso es siempre penoso y, en el artista, trágico; si triunfás, porque el triunfo es una especie de vulgaridad, una suma de malentendidos, un manoseo; convirtiéndose en esa asquerosidad que se llama un hombre público, y con derecho (¿con derecho?) un chico, como vos mismo eras al comienzo, te podrá escupir."
Ernesto Sábato



Va en el tren hasta Retiro, lee un libro: Abaddón el exterminador. Es que este tipo, Sábato, la pone un poco nerviosa con sus personajes. Personajes sucios, bajos, tristes, solos, pero a la vez queribles, sensuales, admirables. Sintió algo por Alejandra cuando leyó Sobre héroes y tumbas. Alejandra venía muchas veces a su mente. Ahora en vagón de nuevo aparecía frente a ella, sentada en un asiento de los que miran para atrás. Abstraída, mirando por la ventanilla a la gente normal. No como ella. No como yo.

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