El tugurio.

 
Un historiador vive en una casa de barrio. No tiene cosas modernas, sofisticadas. No tiene un televisor gigante. 
Un historiador tiene muchos libros, que juntan mucho polvo. Tiene cuadros -regalos de amigos artistas- y muchas fotos.
Un historiador es callado, piensa. Recuerda. Tarda más que un no-historiador en elegir las palabras para decir algo.
Un historiador tiene un juicio de la historia, una postura. Y la esperanza de un futuro mejor, en donde las lecciones del pasado no permitan repeticiones tétricas.
Un historiador tiene barba.

La Eternauta

Elsa Sanchez, viuda de Hector Oesterheld, sigue buscando a dos de sus nietos expropiados por la dictadura militar del 76.  

Historia de una familia exterminada.

who cares!?

Hoy vi cómo el nuevo veterinario agarró a Tanque, mi gato, y le hizo algunos experimentos en los ojos.

Canciones que me hacen llorar: Penny Lane, Michelle y El rocanroll de los idiotas. Basta.

Hundiéndome en el guacamole de mi propia mentira

Limitless undying love which
shines around me like a million suns

De repente entiendo lo que me querías decir en la Copita cuando me dejaste: si no estas a un centímetro de la otra persona, si no sentís su aroma, y no sentís como late su corazón, no podes saber.
Es cuando lo mirás a los ojos y encontrás su mirada el momento clave. Solo así uno sabe si vale la pena. Si te gusta o no.
Es que el amor es una cuestión de piel, puramente animal.