She's like a rainbow
Coming colors in the air

martes, 20 de septiembre de 2011

El periodista siempre es el ignorante que debe simular que sabe
-y dedica a esa simulación esfuerzos ímprobos, enternecedores-, pero cuando el periodista sale de su país el mecanismo se exacerba. Fuera de su país, el periodista suele ocupar una de dos posiciones posibles: en general  - es su rol clásico-, se mueve cerca del poder, se relaciona con gobernantes, políticos, intelectuales exitosos: son los que más fácil se le ofrecen y cumplen, para su limitada visión de las cosas, el doble papel de objeto de estudio y sujeto de discurso, es decir: tema de un artículo y productor de citas para él.
Pero si el periodista fuera de su país se piensa más como cronista, si trabaja para paliar la miseria del mundo o, en su defecto, para algún organismo no gubernamental, su ámbito de acción se situará en los estratos más bajos de los lugares que visite. Así, sus impresiones sobre ese lugar siempre serán las más terribles, pensaba esta mañana mientras me preparaba, resignado, para ir a entrevistar a una viuda sidosa. 
Y abría concluido que en ambos casos sus relatos del lugar que visitan son fallidos, brutalmente fallidos, incapaces de contar el sitio que pretenden, si no fuera por que estoy convencido de que eso es precisamente lo que les sucede, por definición, a todos los relatos. 




Martín Caparrós
Fragmentito de "Una Luna"
Cortesía de Alexia Lorena Sabrina Abaigar

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